Hace años que se trata de despejar los mitos sobre la transpiración, pero queda el más importante: ¿la transpiración adelgaza? El equipo técnico de Body Systems LatinAmerica realizó un estudio para desmentir este interrogante y contar cuán importante es a la hora de realizar actividad física...
Actualmente, existen muchas estrategias para bajar los kilos de más que deja el verano tras los permitidos de las vacaciones. Mientras, en la TV con un mero zapping ya se puede observar el bombardeo de recetas mágicas para eliminar las grasas. Ante este debate en puerta, el equipo técnico de Body Systems LatinAmerica -representante en América Latina de la empresa Les Mills de origen neocelandés, especializada en el desarrollo y comercialización de licencias de entrenamiento físico y management de gimnasios– elaboró un estudio sobre la transpiración donde la desmitifica y se afirma que es un mero solvente biológico, que no forma calorías para el trabajo celular.
La transpiración no es grasa derretida, sino que se quema con el movimiento, o sea, con gimnasia y no con calor o elementos plásticos. Transpirar es un mecanismo que posee el cuerpo, para eliminar el exceso de calor y mantener el equilibrio térmico del cuerpo. El agua es un buen conductor térmico, mucho mejor que el aire y hasta es considerado un aislante de temperatura. La evaporación del sudor en el medio ambiente resulta de una eficiente “pérdida” de calor. Este proceso remueve y transfiere calor del cuerpo hacia el exterior.
Cuando se transpira, se elimina agua, sales minerales y toxinas. Si se realiza actividad física en situaciones de alta temperatura y humedad, la transpiración aumenta y, en consecuencia, también las necesidades hídricas.
Según explica Gabriela Retamar, Directora Técnica de Body Systems LatinAmerica, "lo que sí ayuda a eliminar las grasas es la práctica de actividad física continua, desde ejercicios de baja intensidad como caminar, nadar o trotar a velocidad lenta, como también seguir una rutina de entrenamiento físico".
Agrega, “hay que tener en cuenta que bajar, mantener o subir de peso está relacionado, principalmente, con la cantidad de calorías consumidas y las utilizadas. Si se aumenta la ingesta calórica de alimentos es muy probable que no se logre adelgazar sino, que por el contrario, se mantenga el peso o se aumente”.
Tan sólo hay que recordar que -durante la actividad física- hay que reponer el líquido perdido en todo momento. En especial, durante los meses de verano, hay que tomar agua en pequeños sorbos y durante todo el día.
Actualmente, existen muchas estrategias para bajar los kilos de más que deja el verano tras los permitidos de las vacaciones. Mientras, en la TV con un mero zapping ya se puede observar el bombardeo de recetas mágicas para eliminar las grasas. Ante este debate en puerta, el equipo técnico de Body Systems LatinAmerica -representante en América Latina de la empresa Les Mills de origen neocelandés, especializada en el desarrollo y comercialización de licencias de entrenamiento físico y management de gimnasios– elaboró un estudio sobre la transpiración donde la desmitifica y se afirma que es un mero solvente biológico, que no forma calorías para el trabajo celular.
La transpiración no es grasa derretida, sino que se quema con el movimiento, o sea, con gimnasia y no con calor o elementos plásticos. Transpirar es un mecanismo que posee el cuerpo, para eliminar el exceso de calor y mantener el equilibrio térmico del cuerpo. El agua es un buen conductor térmico, mucho mejor que el aire y hasta es considerado un aislante de temperatura. La evaporación del sudor en el medio ambiente resulta de una eficiente “pérdida” de calor. Este proceso remueve y transfiere calor del cuerpo hacia el exterior.
Cuando se transpira, se elimina agua, sales minerales y toxinas. Si se realiza actividad física en situaciones de alta temperatura y humedad, la transpiración aumenta y, en consecuencia, también las necesidades hídricas.
Según explica Gabriela Retamar, Directora Técnica de Body Systems LatinAmerica, "lo que sí ayuda a eliminar las grasas es la práctica de actividad física continua, desde ejercicios de baja intensidad como caminar, nadar o trotar a velocidad lenta, como también seguir una rutina de entrenamiento físico".Agrega, “hay que tener en cuenta que bajar, mantener o subir de peso está relacionado, principalmente, con la cantidad de calorías consumidas y las utilizadas. Si se aumenta la ingesta calórica de alimentos es muy probable que no se logre adelgazar sino, que por el contrario, se mantenga el peso o se aumente”.
Tan sólo hay que recordar que -durante la actividad física- hay que reponer el líquido perdido en todo momento. En especial, durante los meses de verano, hay que tomar agua en pequeños sorbos y durante todo el día.
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