31 marzo 2007

El gigante de Internet desembarca en la Argentina con filosofía innovadora

Google. Con perfil bajo y una oferta tentadora, la empresa busca personal en el país...
Ya está entre nosotros. En silencio. Sin grandes fiestas de inauguración ni megacampañas publicitarias. Sin anuncios oficiales ni cartel con el clásico logo en la puerta. De la manera más inadvertida posible. Como si no fuera una empresa gigante. Así decidió Google desembarcar en la Argentina.
También así buscó a sus empleados. Ningún aviso en los diarios llegó a los interesados. Los fundadores de la empresa a menudo afirman que sólo toman en serio las búsquedas en Internet y, como si replicaran esta filosofía en el plano laboral, sólo a partir de su página corporativa se llegan a conocer los puestos requeridos en el mundo. Pero esta vez hubo excepciones.
Una de ellas fue la búsqueda que Google realizó a través de la Universidad de Palermo, donde los representantes de la empresa dieron una charla informativa exclusiva para quienes cumplían con los requisitos de los cargos por cubrir.
"Cuando se acercaron, sólo estaban interesados en graduados y alumnos del MBA, porque no pensaban que alguien que estudiara a su vez pudiera trabajar -cuenta María Inés del Arbol, coordinadora del Departamento de Desarrollo Profesional-. Pero después incluyeron en la búsqueda a alumnos avanzados."

Qué busca el buscador
En la presentación, los representantes de la empresa contaron qué tipo de personas esperaban encontrar para cubrir los puestos, cómo es trabajar en Google y su filosofía. "El perfil que ellos buscan es algo complicado -aclara María Inés-, porque requieren a personas con una formación económica y un total dominio de la tecnología."
Según la filosofía de Google, "el trabajo debe ser un reto, y los retos deben ser divertidos". Por eso, contaron que el clima laboral de la compañía es muy descontracturado, que les dan mucha libertad a sus empleados, pero que, a la vez, son muy exigentes con los resultados. Además, valoran el trabajo en equipo y elogian los logros individuales que contribuyen al éxito global de la empresa.
Aunque la compañía insiste en mantener el bajo perfil, en la sección de búsquedas laborales de su sitio www.google.com.ar/jobs todavía se puede acceder a los 14 pedidos para la oficina de Buenos Aires. Más allá de las particularidades de cada puesto, en todos los casos es indispensable un perfecto manejo del inglés.


Comodidades
Lámparas de lava, pelotas gigantes, salas de juego, sillones masajeadores, mesas de pool y de ping-pong, restaurantes gratuitos, hasta fiestas. Y la lista sigue. Las comodidades que Google les ofrece a sus empleados en sus oficinas centrales son casi inverosímiles. Situadas en Mountain View, en pleno Silicon Valley -el paraíso tecnológico-, disponen de todo lo necesario para que nada perturbe el trabajo diario, y para fomentar la creatividad de sus colaboradores.
Y esa premisa mayor se repite en todo el mundo. La innovación es la base de su negocio y la incentivan al máximo. Con horarios flexibles hasta el extremo y su regla Es posible ser profesional sin llevar traje , la empresa más importante de Internet se asegura de contar con los mejores talentos.

Pero no todo lo que brilla es oro
La compañía tiene un riguroso proceso de selección, arduo, que nunca incluye menos de seis entrevistas. La búsqueda en la Argentina no fue la excepción. "Uno de nuestros candidatos tuvo once entrevistas, todas por teléfono", comenta María Inés del Arbol.
Eso sí: una vez que ingresan, todos tienen acceso a la información, y la estructura de la organización es sumamente llana. Sólo un ejemplo: los viernes a la tarde se celebra el TGIF ( Thank God it s Friday , o Gracias a Dios es viernes ). En esta reunión, los fundadores de la empresa, Larry Page y Sergei Brin, les cuentan a todos -entre comidas variadas, vino y cerveza- qué se hizo en la semana.
Aunque esta facilidad de acceso funciona a la perfección en el interior de Google, la compañía mantiene su silencio sobre algunos temas. Pero algo es seguro: las salas de juego, los bares irrestrictos y la flexibilidad al servicio de la innovación ya están entre nosotros.
Los que llegaron Muchos no tuvieron que esperar que el gigante cibernético arribara al país para formar parte de la empresa.
Santiago Pérez es uno de ellos. Estudiante de Ciencias de la Computación de la Universidad de Buenos Aires, de 23 años, llegó a Google a través de una competencia de programación especialmente diseñada para reclutar jóvenes talentos.
Fue uno de los tres argentinos que llegaron a la final, y viajó a las oficinas centrales para tener una entrevista. En realidad, tres: en un mismo día habló con tres ingenieros que le preguntaron sobre sus conocimientos técnicos, su experiencia y sus intereses. Pero, según cuenta, al ingresar a la compañía el mundo es otro. "Lo que más me atrajo fue la filosofía de confiar plenamente en sus empleados: todo está en manos de ellos." María Marta Pérez Lippi, en cambio, ingresó a la empresa ya recibida de Diseñadora Gráfica y licenciada en Comercialización de la Universidad de Palermo. Hace un año que trabaja en Google Irlanda y actualmente es gerente de Cuentas del Grupo de AdWords, uno de los programas publicitarios de la compañía. Para ella, la principal característica que distingue a Google de otras empresas es "la innovación y el esfuerzo por hacer que el trabajo sea algo divertido". Y resalta: "Lo que más valoro son todos los beneficios extras que brinda la empresa".

Más detalles: WWW.GOOGLE.COM.AR

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