En el lugar, Basavilbaso destacó: “La relocalización es el resultado de un año de trabajo y acompañamiento con cada una de las familias. Sabemos que se trata de un cambio de vida y de una nueva etapa para ellos, por eso nuestra función trasciende una mudanza, ya que significa un antes y un después en sus vidas. A partir de hoy, 125 familias comienzan una nueva historia de la que con orgullo podemos decir que somos parte”.
Con una calidad y diseño únicos en lo referente a viejas tipologías de conjuntos de vivienda social, este nuevo complejo de viviendas brinda hoy a 125 familias la posibilidad de comenzar de nuevo, en un entorno seguro y confortable dentro del mismo barrio donde han vivido toda su vida. Dentro de la estructura formal del complejo, el diseño busca mantener el sentido de comunidad que el barrio ha sabido estrechar durante tantos años, en un marco de espacios comunes y organización consorcial sustentable.
Durante 5 días, un equipo interdisciplinario de más de 50 agentes del IVC procedió al traslado total y a la mudanza de las 125 familias desde la villa 26 al conjunto habitacional Luzuriaga. De manera sectorizada, se trabajó primero en la desocupación y en la carga de pertenencias de cada familia en los camiones previstos para tal fin. Una vez listos para partir, se trasladó a la familia a la nueva vivienda y a un responsable del grupo familiar para que acompañara al camión de mudanza rumbo al conjunto habitacional. Inmediatamente después de la partida de cada familia se efectuó la demolición de la casilla correspondiente, garantizando de esta manera la liberación de la zona y dando paso a las fuerzas de seguridad que custodiarían el sector. Formaron parte del operativo más de 200 agentes de seguridad, entre Policía Federal, Gendarmería Nacional, Defensa Civil, Bomberos y Policía Metropolitana.
Desde el 2012, el IVC trabaja en el marco de las relocalizaciones del camino de Sirga en un modelo de gestión social participativa que busca poner como protagonista al vecino en todas las instancias de la negociación. A través de mesas de trabajo donde participan asociaciones vecinales, familias, organismos del Ministerio Público, el IVC y representantes de los juzgados intervinientes, las familias van conociendo paso a paso el avance del trabajo de relocalización, involucrándose incluso en la elección de los terrenos posibles para la construcción de sus futuras viviendas. Esta modalidad participativa evita relocalizaciones forzosas que provoquen el desarraigo o negación del vecino al momento de trasladarse como comunidad a un nuevo barrio y genera también un compromiso aún mayor en la organización consorcial y en la administración del nuevo edificio.
En el marco del trabajo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), y a cuyos términos adhieren los gobiernos de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el IVC tiene bajo sus competencias la relocalización de familias provenientes de asentamientos informales que se encuentran dentro del límite físico de distancia con el Riachuelo establecido judicialmente y se encuentra trabajando en el desarrollo de un plan de reubicación y construcción de viviendas para gestionar dicha tarea. Con 5 procesos de relocalización exitosos desde el comienzo de la gestión Basavilbaso, el IVC ya reubicó en vivienda nueva a más de 400 familias provenientes de los barrios Magaldi, Luján, 21-24 y El Pueblito.
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