Con la capacidad hotelera colmada ,Los Antiguos se apresta para la XX Fiesta de la cereza que comenzará mañana con la participación de importantes artistas, jineteadas y exposición y venta de productos locales...
El escenario mayor "León Gieco", ubicado en el predio en diagonal a la Avda 11 de Julio, contará con la presencia de Leandro Lobato, Los de Salta, Mario Álvarez Quiroga, Horacio Padín, Daniel Altamirano, Los hermanos Calvo, Ofelia Leiva, Calicanto y el cantautor chileno Alberto Plaza, quien será el encargado de cerrar el festival el 11 de enero próximo.
Asimismo, ya convertida en un clásico, se desarrollará la tradicional jineteada que contará con la participación de las más importantes tropillas de la región y de destacados jinetes de la Patagonia.
Como cierre de la fiesta se realizará la elección de la Reina de la Cereza, donde concursan representantes de localidades de toda la provincia.
La Fiesta de la cereza tiene sus orígenes en 1988 y su organización responde a la iniciativa de las autoridades municipales junto a un grupo de vecinos. El objetivo planteado era crear un evento que atrajera al turismo, y por otro lado, dar un marco de festejo a la finalización de la cosecha de este delicioso fruto rojo, que ya en aquellos años se perfilaba como una importante actividad agrícola.
Sin embargo en 1991 Los Antiguos tuvo su cuarto de hora en la prensa nacional e internacional por razones ajenas a la flamante festividad: La catástrofe ocasionada por el volcán Hudson sumergió al valle fértil bajo toneladas de cenizas. Ese año se perdieron todas las cosechas que sustentaban a la localidad y se pensó que los desechos volcánicos habían arruinado las tierras para siempre. Alrededor de mil personas abandonaron el lugar, algunos volvieron al igual que la cosecha de fruta fina que, milagrosamente, se reanudó a los tres años.
En la actualidad la producción de cerezas y frutas finas es el principal eje productivo de Los Antiguos, al tiempo que el agroturismo se ha convertido en una de los principales atractivos del destino. En este enclave, los visitantes pueden incursionar en recorridos por las 13 chacras abiertas al turismo para degustar dulces y tortas elaborados a base de los frutos rojos.
Asimismo, ya convertida en un clásico, se desarrollará la tradicional jineteada que contará con la participación de las más importantes tropillas de la región y de destacados jinetes de la Patagonia.
Como cierre de la fiesta se realizará la elección de la Reina de la Cereza, donde concursan representantes de localidades de toda la provincia.
La Fiesta de la cereza tiene sus orígenes en 1988 y su organización responde a la iniciativa de las autoridades municipales junto a un grupo de vecinos. El objetivo planteado era crear un evento que atrajera al turismo, y por otro lado, dar un marco de festejo a la finalización de la cosecha de este delicioso fruto rojo, que ya en aquellos años se perfilaba como una importante actividad agrícola.
Sin embargo en 1991 Los Antiguos tuvo su cuarto de hora en la prensa nacional e internacional por razones ajenas a la flamante festividad: La catástrofe ocasionada por el volcán Hudson sumergió al valle fértil bajo toneladas de cenizas. Ese año se perdieron todas las cosechas que sustentaban a la localidad y se pensó que los desechos volcánicos habían arruinado las tierras para siempre. Alrededor de mil personas abandonaron el lugar, algunos volvieron al igual que la cosecha de fruta fina que, milagrosamente, se reanudó a los tres años.
En la actualidad la producción de cerezas y frutas finas es el principal eje productivo de Los Antiguos, al tiempo que el agroturismo se ha convertido en una de los principales atractivos del destino. En este enclave, los visitantes pueden incursionar en recorridos por las 13 chacras abiertas al turismo para degustar dulces y tortas elaborados a base de los frutos rojos.
Más informes en la secretaría de Turismo de Los Antiguos: (02963) 491261; E-Mail: losantiguos@santacruzpatagonia.gob.ar
El marco de la fiesta
La localidad de Los Antiguos descansa al amparo de la cordillera de Los Andes, sobre el margen sur del imponente lago Buenos Aires, en el extremo noroeste de la provincia de Santa Cruz.
El pueblo, reconocido como la Capital Nacional de la Cereza, propone interesantes visitas a las chacras de producción y descansos reparadores a orillas del lago, considerado el más grande de la Patagonia y el segundo en tamaño en Sudamérica después del Titicaca.
Este espejo de agua junto a los ríos Jeinimeni y Los Antiguos alberga una interesante variedad de especies muy combativas, como truchas Marrones y Arco Iris, que hacen al deleite de pescadores de todo el mundo.
Dada su vasta superficie, con un total de 2.240 km2 compartidos entre Argentina y Chile, el Buenos Aires presenta la particularidad de estar habilitado para la pesca durante todo el año, a lo que se suma la oferta de los ríos, por lo cual la zona brinda al pescador de mosca la posibilidad de llevar a cabo esta paciente práctica en cualquier estación, en dos ecosistemas diferentes.
Por otra parte, Los Antiguos es un destino ideal para visitar la afamada Cueva de las Manos, declarada en 1999 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La civilización que habitó la zona hace 10.000 años dejó como testimonio pinturas rupestres que, dado el grado de conservación y el ambiente en que fueron ejecutadas, impresionan a quien se acerca a contemplarlas.
La Cueva de las Manos es la evidencia fiel de una cultura cazadora-predadora que, a través de su arte, ha legado demostraciones de sus costumbres, técnicas de caza, ritos y creencias, del medio ambiente y las condiciones en que desarrollaban su vida, hechos que han quedado protegidos por el cañadón del río Pinturas.
El nombre Los Antiguos es una traducción del vocablo tehuelche I keu kenk o I keu konk, que significa “mis antepasados” o “los antiguos”. Según la tradición oral, esta área era elegida por los pobladores originarios para pasar sus últimos días debido al particular microclima reinante, producto de la escasa altura de la localidad y los efectos moderadores del lago Buenos Aires.
El pueblo, reconocido como la Capital Nacional de la Cereza, propone interesantes visitas a las chacras de producción y descansos reparadores a orillas del lago, considerado el más grande de la Patagonia y el segundo en tamaño en Sudamérica después del Titicaca.
Este espejo de agua junto a los ríos Jeinimeni y Los Antiguos alberga una interesante variedad de especies muy combativas, como truchas Marrones y Arco Iris, que hacen al deleite de pescadores de todo el mundo.
Dada su vasta superficie, con un total de 2.240 km2 compartidos entre Argentina y Chile, el Buenos Aires presenta la particularidad de estar habilitado para la pesca durante todo el año, a lo que se suma la oferta de los ríos, por lo cual la zona brinda al pescador de mosca la posibilidad de llevar a cabo esta paciente práctica en cualquier estación, en dos ecosistemas diferentes.
Por otra parte, Los Antiguos es un destino ideal para visitar la afamada Cueva de las Manos, declarada en 1999 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La civilización que habitó la zona hace 10.000 años dejó como testimonio pinturas rupestres que, dado el grado de conservación y el ambiente en que fueron ejecutadas, impresionan a quien se acerca a contemplarlas.
La Cueva de las Manos es la evidencia fiel de una cultura cazadora-predadora que, a través de su arte, ha legado demostraciones de sus costumbres, técnicas de caza, ritos y creencias, del medio ambiente y las condiciones en que desarrollaban su vida, hechos que han quedado protegidos por el cañadón del río Pinturas.
El nombre Los Antiguos es una traducción del vocablo tehuelche I keu kenk o I keu konk, que significa “mis antepasados” o “los antiguos”. Según la tradición oral, esta área era elegida por los pobladores originarios para pasar sus últimos días debido al particular microclima reinante, producto de la escasa altura de la localidad y los efectos moderadores del lago Buenos Aires.
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